Ha pasado casi un año desde que la compañía china presentara los Huawei Nova 10 y Nova 10 Pro y, como estamos viendo en varias generaciones actuales, se ha decidido dar una vuelta de tuerca al diseño.
Si el año pasado encontramos líneas más redondeadas, e incluso una pantalla con laterales curvados que recuerda a la gama más alta, en esta generación dominan las líneas rectas.
Así, tenemos unos laterales planos, una trasera con una ligerísima curvatura en los laterales para facilitar el agarre y un frontal totalmente plano. El diseño de la trasera mantiene las bases que vimos en el Huawei Nova 9 y hasta en el Huawei P50 con unas cámaras dispuestas en dos círculos de buen tamaño, aunque en esta generación no están unidos dentro de un mismo módulo.
Aunque parezca un “módulo” grande, tenemos dos cámaras: una cámara de profundidad de dos megapíxeles f/2.4 y un sensor principal de 48 megapíxeles f/1.8. Graba vídeo en FullHD y Huawei ha potenciado la captura en situaciones complicadas gracias a una serie de algoritmos que intenta sacar más información de la escena. En el frontal vemos una cámara de 16 megapíxeles.
Si damos la vuelta al terminal, nos encontramos una pantalla LCD que tiene con una diagonal de 6,8 pulgadas con resolución de 2.388 x 1.080 píxeles, así como un refresco de 90 Hz y un muestreo de 270 Hz. Tiene la perforación en la parte superior central para la cámara y un frontal que parece bien aprovechado.
En el interior vemos el Snapdragon 680 como corazón del equipo. Cuenta con cuatro núcleos a 2,4 GHz y otros cuatro de bajo consumo a 1,9 GHz y está acompañado por 8 GB de memoria RAM y un almacenamiento de 128 GB. La batería es de 5.000 mAh con carga rápida de 40 W. El sistema es EMUI 13 y ya sabes que no cuenta con los servicios móviles de Google, como todos los Huawei de los últimos años.